Visitamos uno de los 23 municipios que conforman la Comarca del Campo de Montiel (reconocida por los lectores del Quijote), Villanueva de los Infantes.
Pasados ya unos años de la explosión turística que para Castilla-La Mancha supuso la celebración del IV Centenario de la publicación de El Quijote, aún quedan resquicios del buen sabor de boca que esta campaña turística, la primera de verdad que se hizo en la región, dejó en algunas comarcas.
Una de estas comarcas es el Campo de Montiel, en la provincia de Ciudad Real, catapultado a la fama del imaginario colectivo ni más ni menos por el libro universal de la literatura española de todos los tiempos, El Quijote.
Su patrimonio histórico, cultural y natural se mantiene erguido como un estandarte que recuerda que las raíces son fuertes y apegadas al terreno, como su gente.
Nuestra propuesta es un paseo por un lugar cargado de belleza, singular en sí mismo; especial, probablemente, para la que firma pero seguro que también para cualquier visitante abierto a lo que esta tierra roja pueda ofrecer.
Plaza Mayor, una experiencia inigualable
Entrar en la Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes es mágico, un Conjunto Histórico Artístico declarado en 1.974.
Situarse en el centro, donde desde hace unos años se ha instalado la obra escultórica “Homenaje a Cervantes” del artista local Juan Antonio Giraldo, e ir girando lentamente, tratando de retener en la retina la cantidad de imágenes que ofrece, es una experiencia inigualable.
Grupo escultórico “Homenaje a Cervantes” de Giraldo
La iglesia de San Andrés, inmersa en la actualidad en pleno proceso de restauración de su exterior, se yergue magnífica, esplendorosa e imponente, como todas las que presiden cada uno de los pueblos de esta comarca.
Pequeños grandes tesoros de patrimonio eclesiástico que siguen constituyendo centros neurálgicos de la actividad social y cultural, no sólo de Villanueva de los Infantes, sino del resto de los municipios de esta comarca, muy ligados a tradiciones religiosas que marcan el devenir de las distintas épocas del año.
Sin ir más lejos, estos días las primeras comuniones resultan un punto de encuentro para vecinos y foráneos y, en este mismo mes de junio, se prevé otro gran evento con la celebración del Corpus Christi, declarado como festividad en toda Castilla-La Mancha. Disfrutar de estos actos puede ser la excusa perfecta para dar fe, nunca mejor dicho, de esta realidad y conocer esta fiesta desde un contexto más cercano y familiar.
Plaza e Iglesia de San Andrés en Infantes
Además de la entidad que por sí mismo contiene este templo, es importante no pasar por alto que, tal y como han señalado recientes estudios científicos, San Andrés guarda otra sorpresa para los amantes de las letras españolas, como es el sepulcro de otro de los grandes, Francisco de Quevedo.
Y en este punto, hay quien apunta que es tal la entidad de este municipio que pudiera ser “El lugar de la Mancha” al que Cervantes alude en sus primeras líneas de El Quijote.
La plaza mayor alberga en sus soportales un espacio para edificios institucionales y/o administrativos: Ayuntamiento, Juzgado…no en vano este municipio es cabeza de comarca, y también atiende servicios urbanos más cotidiano con las tiendas, bares y cafés que invitan al viajero a dejarse seducir por placeres más mundanos.
Tradición y modernidad
Andar por la peatonal calle Cervantes y llegar hasta la sede de la oficina de turismo, situada en el antiguo mercado municipal, es en sí mismo un viaje a otra era. Este edificio acoge, otra gran apuesta por la cultura en esta localidad, como es el Museo de Arte Contemporáneo, cuya entrada es gratuita y cuenta con la colección permanente de Julián Castilla, compuesta por un conjunto de pinturas, esculturas y fotografías de algunos de los autores más cotizados del siglo XX, entre los que se encuentran Miró, Tapies o Barceló.
Fachada Museo de Arte Contemporáneo de Infantes
Esta exposición recuerda que Infantes, como es conocido el pueblo en la zona, mezcla a partes iguales tradición y modernidad…cuadros de artistas plásticos de nuestra era conviven en un lugar donde no se pueden pasar por alto edificios religiosos cargados de historia, como la ermita del Cristo de la Familia, la Iglesia de la Trinidad, el Santuario de la Virgen de la Antigua o el Convento de Santo Domingo, donde murió Quevedo y se conserva su celda.
De nuevo Francisco de Quevedo que, junto a Miguel de Cervantes, son dos grandes referentes que estarán por siempre unidos al pasado, presente y futuro de Villanueva de los Infantes. Un lugar que en sí mismo merecería muchas más líneas pero que en este primer acercamiento se pretende sea una simple pincelada. Habrá tiempo para más.
Y como no, poder disfrutar de la majestuosidad de los edificios señoriales, con grandes pórticos, escudos nobiliarios (más de 200 repartidos por toda la localidad), las ventanas revestidas de forja, lugares emblemáticos en definitiva, como la Casa del Caballero del Verde Gabán, la Casa del Arco, el Hospital de Santiago, la Casa de los Estudios, la Casa-Palacio del Marqués de Entrambasaguas, el Tribunal de la Inquisición, la Plaza de San Juan o la Alhóndiga… Todo concentrado en unos pocos metros. Tan intenso e insólito a la vez.
Casa del Verde Gaban en Infantes
Por cierto, ir a Infantes estos días puede y debe constituir una gran causa solidaria. El edificio de la Alhóndiga, al que se hacía referencia, y que tantos usos ha tenido a lo largo de la historia (incluso ha sido una cárcel), acoge hasta el próximo 5 de junio la exposición de los trabajos realizados en el marco de los talleres del Centro Ocupacional que la asociación ADIN gestiona en la localidad. De nuevo, grandes obras de arte, realizadas por grandes artistas de la tierra.
Alojamiento y gastronomía en Villanueva de los Infantes
Alojamiento y gastronomía
Por último, señalar que la oferta hostelera que ofrece la localidad es amplia y variada. En cuanto a alojamientos, las casas rurales gozan de una buena relación calidad-precio y gran parte de las mismas cuentan con página web, lo que hace que sean fácilmente localizables.
A tener en cuenta los calendarios que marcan las distintas campañas cinegéticas puesto que, como se ha señalado al principio, esta comarca cuenta con un gran patrimonio natural y encuentra en la caza uno de sus principales recursos económicos.
En cuanto a restaurantes, El Jaraiz es un referente, con una amplia oferta vinícola, producto de calidad y un conocimiento y dominio de la cocina tradicional manchega, que se muestra en su variedad de tapas y raciones con una sabia adaptación a los nuevos tiempos. Un acierto su tartar de atún rojo con guacamole.
En La Plaza se puede optar por una cocina basada en productos de temporada y de ciertos platos que componen la cocina manchega, como el pisto o el queso. Y, desde hace unos meses, La Bodega ha puesto el acento en las carnes a la brasa. Recomendables sus croquetas caseras.
